Posts Tagged ‘literatura’
Un bostoniano misterioso
Escribir duele, que lo diga el autor de Anabel Lee o de quien comienza un tenebroso cuento describiendo a la miseria como algo múltiple (Berenice). Pero lo recurrente a lo onírico, lo irreal y lo perturbador de una mente en equilibrio balbuceante es a mi juicio (precario) lo que caracteriza a Edgar Allan Poe como el genio de la literatura de horror que nos dejó boquiabiertos al desaparecer a los 40 años.
Es que no me lo imagino de mayor edad, calmando sus pesares visitando la tumba de su amada. O hablando con un cuervo – gracias a nuestro Juan Antonio Perez Bonalde;
“Mudo, trémulo, en la sombra por mirar haciendo empeños,
quedé allí —cual antes nadie los soñó— forjando sueños;”
Cuánto le deben Baudelaire, Conan Doyle y Verne quienes supieron nutrirse de esas raíces tan fuertes como irreales. Y cuanto le debemos quienes se formaron bajo sus letras sangrientas en lecturas interminables, como la larga noche donde vivió los sueños que imaginaba de día.
Ay Lenore, cómo duele Poe !
Gustavo Pisani, Richmond, 19 Enero, 2016
A Edgar Allan Poe, en su arribo a este mundo que es más desquiciado desde que lo dejó.
Matagalpa
El Calibán que viene de abrumadoras ciudades de hierro y piedra en un país donde Poe será jamás comprendido, con todo su progreso no dejó de ser un gorila colorado que venía del Norte para este poeta que rimó al mundo más de lo que se podía.
Ruben Darío hiló prosas que fue dejando por su paso entre continentes, como representante de nuestra raza sentimental, con ese modernismo que no ha perdido ni uno de sus versos a pesar del tiempo que ha transcurrido desde su procelosa vida.
Allí ojos negros y vivos;
bocas de morir al verlas,
con unos hilos de perlas
en rojo coral cautivos;
Cabeza de Rawí.
Hoy la princesa está feliz.
Gustavo Pisani, Richmond, Enero 18,2016
Al padre del modernismo Rubén Darío, en su nacimiento
Los que van a ser olvidados
Thomas Hardy escribió acerca de la guerra, el amor, el campo (Wessex) y la sociedad Victoriana con toda su profunda desigualdad. Tomar partido justo le costó dejar la novela por la poesía frente a la crítica del establecimiento, pero incluso en ese género nos asombra por el profundo sentimiento que destilan sus versos;
El muerto caminante.
Soy sólo una forma aquí erigida,
Un molde sin pulso,
Una imagen antigua y pálida, cerniendo
cenizas frías.
Los sucesos que presenciamos en la distancia de Venezuela, evocan la miseria de aquellos incapaces de ceder ante la civilidad, tal y como se entiende en unas lineas proféticas;
Los que van a ser olvidados
Ellos cuentan bien en el olvido;
Como hombres que no existieron;
Su pérdida supera los espasmos;
En esta segunda muerte.
Tanto contenido y sentimiento en un gran poeta quien sufrió la segregación de su época de transición, como tantos la estamos sufriendo actualmente en mi país.
Gustavo Pisani, Richmond, Enero 11, 2016
A Thomas Hardy en su partida un 11 de Enero de 1928.